La denominada “mochila austriaca” ha vuelto a situarse en el foco de la noticia en nuestro país, tras el anuncio por parte del Gobierno de estar estudiando su implantación, al menos, en algunos sectores. La propuesta no es nueva. Fue anunciada por el Gobierno Zapatero en 2010, incorporado al programa electoral del Partido Popular del año 2011 y apoyado por el PDCat en el año 2017.
¿Qué es la mochila austriaca? Austria tiene un sistema de indemnizaciones diferente al modelo español. Hasta el año 2003 los trabajadores con menos de 3 años de antigüedad en la empresa no tenían derecho a la indemnización. Por ello, se puso en marcha un sistema en el que cada mes el empleador depositaba una cantidad de dinero en un fondo individual. Este fondo personal era entregado al trabajador en caso de despido, abandono del puesto de trabajo o, incluso, se le entregaba en caso de jubilación.
A favor: es indudable que uno de los grandes efectos positivos de introducir este sistema en nuestro país es el control de los costes laborales en épocas de crisis. Las empresas dejarían de tener que hacer frente a cuantiosas indemnizaciones en caso de necesitar amortizar mano de obra.
En contra: la medida solo beneficia a los peores empresarios, lo buenos empresarios y los modelos de expansión más racionales y sostenibles verían incrementar sus costes. Las empresas tendrían que hacer frente, además de las cotizaciones a la Seguridad Social, al abono de la cuota para sostener la mochila de cada uno de sus trabajadores. Ello, sin duda, perjudica a los empresarios que no practican o no suelen practicar despidos y que, pese a ello, tendrían que consignar y no disponer de importantes recursos económicos para sostener una indemnización de trabajadores, de la que ellos no van a hacer uso.
El tiempo dirá si esta vez la medida termina por implantarse o si, de nuevo, el anuncio no es más que un un mantra del Gobierno de turno para justificar la falta de iniciativa para corregir las ineficiencias del sistema de relaciones laborales español.